26 May 2009

welcome to paris charles de gaulle international airport




tras pasar ninguna frontera y enseñar ninguna documentación, entro en parís.
charles de gaulle resulta un aeropuerto complicado, está repleto de gente y sus inmensos pasillos parecen no acabar nunca. 
'tengo suerte', hay una huelga y no puedo comprar un abono de varios días hasta que no llegue al metro, así que tengo que ir con el sencillo robo de 8'40 €.
la primera media hora en fracia la paso sentado en un tren y descubriendo lo tremendamente verde que es todo lo que me rodea. el fresco y la mayordomía de la vegetación, convierten a este lugar en un precioso paraíso incluso en las afueras. 
----
al terminar la jornada, vuelo al hotel y caigo fulminado en la cama. tras una hora inconsciente, recuerdo cuál es la ciudad que se esconde tras la ventana de la habitación 46 de este hotel de parisina decoración y me  obligo, pese al cansancio, a salir a darme un festín visual.
si se le pregunta a cualquier persona del mundo algo sobre parís, casi con total seguridad, de lo primero que hablará es de la torre eiffel y del amor. parís, torre eiffel y amor son tres palabras que al parecer siempre tienen que caminar juntas.
la verdad es que el único amor que estoy recibiendo aquí es el que me puedo proporcionar yo mismo; no puedo, por tanto, más que imaginarme cómo sería tener al lado una persona querida mientras  camino por estas frescas calles. pero debe ser cierto. debe ser verdad que es la ciudad de amor porque pese a la prisa arrolladora que todo el mundo tiene aquí, la ciudad parece estar construida para proporcionar un sin.número de escenarios perfectos para comenzar la historia de amor más apasionada de todos los tiempos. por ejemplo el metro. en el metro, si deseas sentarte durante el trayecto puedes sin duda hacerlo, pero si procedes, el minúsculo espacio entre los acolchados bancos hará que notes cómo tus piernas se mezclan con las de la persona frente a ti y se funden, haciendo imposible adivinar dónde acaban las tuyas y dónde empiezan las de esa persona desconocida que de repente está tan cerca de ti que sientes como tu mejor amigo. eso, junto con el tremendo calor que hace dentro de esos vagones me hace estar seguro de que más de una vez ha habido dos desconocidos que se han atado tras un arrebato de erótica, en un apasionado beso, eso sí, con lengua porque como bien explica el inglés, ese es el beso autóctono [frech kiss] .
las cabinas públicas, muy encontrables por todas partes en la ciudad, también se muestran como un perfecto escenario para el amor. dispuestas de tres en tres, y atornilladas todas sobre la misma pila central, te obligan a ver muy de cerca a cualquier otra persona que pueda estar hablando en el teléfono contiguo. la ligera y acristalada separación, estoy seguro resulta muy fina cuando, mientras hablas sobre algún problema lo suficientemente preocupante como para no estar usando un móvil, ves frente a ti, hablando tranquilamente a la persona de tus sueños, esa que solucionará todos tus dificultades y te hará feliz pour le reste de ton vie.


y pensando en el amor llego [no por casualidad] a la torre eiffel... dicen que al cabo del año, cientos de parejas se piden matrimonio en su ventosa cumbre. eso hace de este gigantesco monumento un gran  epicentro para la actividad amorosa. no obstante, lo que me encuentro allí dista un poco de aquel ideal. bajo las enormes cuatro bases de la construcción arquitectónica hecha atracción turística, hay más que suficientes personas con los bolsillos llenos de un dinero que están más que dispuestos  a gastar en recordar aquel viaje a parís que siempre quisieron hacer. 
mientras más de diez y de veinte hombres negros [del tipo que no ha nacido por estas tierras pero ha acudido tratando de encontrar una vida mejor] ofertan sus llaveros y miniaturas varias voceando: - one euro! one euro!, otros tantos coches de policía repletos de agentes que para mi sorpresa nunca bajaron de ninguno de los vehículos en todo el tiempo que permanecí en la zona, juegan a asustar a los preocupados vendedores ilegales, conduciendo hacia ellos, y provocando que estos corran despavoridos en manadas con sus grandes aros cargados de miniaturas de la mole metálica. una insostenible jornada laboral que acaba con total seguridad repleta de agujetas y seguramente no muy vacía de euros... quién no ha comprado uno de esos llaveros al visitar la torre!?
y a todo esto, la guindilla se la ponen las parejas que discuten sobre alguna tontería bajo la que se esconde una profunda decepción sufrida por tener demasiado idealizado el sueño parisino y no haber sido capaces de hacerlo realidad...


ohh... parís, la ciudad del amor!

1 comment:

No-sin-mis-chancletillas said...

Paris Es Absolutamente Magica!! Ya sea cuando vas de turista o te quedas por una temporada y la descubres mas a fondo. La 1º vez que fui, la verdad no me gusto nada y no me parecio nada acogedora, no se si era porke tenia 10 años o porque no paró de llover todo el tiempo que pase allí. Pero la segunda, de la que solo hace un año me parecio fantástica. Definitivamente tengo ke volver, pero que sea en Junio por si acaso... Pasatelo genial!! y visita todo lo que puedas. Para tra vez avisame y no vas solo. Besosssss

some old posts aren.t available right now.. gimme a sec!
algunas entradas antiguas no están disponibles ... dame un segundo!