eL fin de semana llega siempre con la misma infrenable fuerza el viernes por la tarde. pERO a pesar del torrente de tiempo libre que ofrecen este par de días, su llegada se agradece lo suficiente como para no desear que las palabras DISSABTE y DIUMENGE desaparezcan del calendario semanal.
lOS calcetines con agujeros y las sudaderas con alguna que otra mancha de tomate frito, son cosas que solo tienen cabida en estos momentos de paréntesis profesional, así que disfrazado de guarro [con la tranquilidad que da saber que nadie está observando ni tomando nota] estaba yo sentado frente a la tele junto a mi querida familia adoptiva, cuando sentí la necesidad de visitar el reservado lugar que toda casa contemporánea sitúa en alguna esquina del hogar.
nO hay cosa que ofrezca mayor intimidad que las paredes de un baño con cerrojo. lO que allí dentro ocurre es solo conocido por la persona o [en señaladas ocasiones] personas que se encierran dentro durante unos minutos.
eSO es lo que llevo pensando toda mi vida... hasta ayer por la noche, cuando el silencio de mi tranquila visita a la impoluta habitación, se vio invadido por unos femeninos cánticos más cercanos al 'desgallitamiento' que al deleite musical. sE trataba de la vecina de arriba, la de abajo o la de la pared contigua, y sin saberlo, me obligó a convertirme en espectador de su particular recital durante quizás más minutos de los aconsejables.
mE hizo gracia pensar que la pobre joven a pesar de creerse sola & libre, estaba siendo escuchada, juzgada y posiblemente criticada por la vecindad al completo; y acto seguido quise recordar con prisa cuántas veces sin creerlo me habría puesto yo mismo en una situación idéntica o incluso más bochornosa... rápidamente se me llenó la memoria de momentos que bien preferiré no plasmar ahora aquí, en los que ojalá hubiera estado solamente cantando como una gallina atragantada! y, aún con el concierto de fondo, me pregunté cuántas veces la intimidad que olemos será verdadera? y si será posible que en estas colmenas de paredes de cartulina 'goteleada', semejante idílica situación haya dejado de existir! nOS habremos cargado la intimid....?
- joder mario.,cñlsdiuhy!
- si te he dicho que no me...
repentinamente & sin esperarlo, la dulce voz interrumpió mis meditaciones dejando a medias una de las canciones más conocidas de aquellas imponentes spice girls, para destinar todo su potencial a una recia discusión con quien, -allí solo dentro del cuarto de baño- asumí su pareja. dURANTE los tres minutos siguientes los dos personajes se enzarzaron en un confuso diálogo que afortunadamente decidieron pronunciar en mi misma lengua y por ello pude entender a medias.
qUIÉN lo iba a decir, el cuarto de baño ha dejado de ser un lugar solitario y silencioso para convertirse en la sala de proyecciones más amena de la casa! sENTADO allí sobre la delicada taza del water ya cerrada, sin ningún otro propósito más que escuchar la audionovela, se me pasaron los minutos volando, y cuando me quise dar cuenta, era demasiado tarde para salir aparentando una visita rutinaria, pero, haciendo uso de la intimidad que regala la puerta cerrada de la querida sala, quité el pestillo y salí con la tranquilidad de saber que nadie haría jamás preguntas sobre lo sucedido en tan largo espacio de tiempo. cUANDO entré de nuevo en el comedor, vi en sus ojos alguna que otra gana de preguntar, pero una vez más... lo políticamente correcto pudo más!
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